"La inauguración", una historia de Jonathan Millán

"Os gusta el cuadro que he pintado? Se llama "La inauguración" y mide 2x2 metros.

No, es coña, lo he hecho con el Photoshop.

Esa es mi cruz, dibujar un cuadro que ilustra una idea para una exposición. El cuadro no existe, la exposición no existe, ni siquiera el proyecto existe.

No soy capaz de ponerme a hacer el cuadro, a los dos minutos empezaría a preguntarme: "pero que haces? ahora que eres , un pintor? te crees estos chorretones eh? disfrutas con cada pincelada eh? oh! así, un cuadro bien grande! Te gusta Baselitz, no? Clemente? muy bien, ya has cogido el relevo. Véndeles la moto como Dios manda, que crean que te lo crees. Jonathan el pintor!".

No soy capaz de vender el proyecto como idea para instalación. En la idea para una instalación real no estarían esos pobres diablos bajo el suelo de la galería, sino que habría fuego por debajo, y los agujeritos sólo dejarían salir pequeñas llamitas individuales y domadas. Esto puede tener su gracia en una expo pero no me vale la pena el esfuerzo que conllevaría a todos los niveles. Sobretodo el que incluye meterme en el terreno del arte y vender eso en plan gran proyecto como si me lo creyera mucho, cuando en el fondo es una ideíta que para ser justos debería entretenerte más de 3 segundos.

Así que ahí me encuentro, viviendo en el murito que separa todas esas disciplinas. No os creáis que lo digo en plan guays, en plan "jeje, soy tan bueno que lo abarco todo" que va, para mí es un suplicio no encontrar un hogar.

Sólo en "la idea de" (de ahí parte de mi conexión con Miquel) me siento cómodo.

La idea de pintar. La idea de estilo. La idea de una instalación. Ahí sí, cuando cada movimiento que hago se multiplica por 3 es cuando me vale la pena.

Y no sé, además me ha quedado chulo, no? me ha salido muy realista, parece realmente un cuadro de alguien que se lo cree."